Ayer fuimos privilegiados anfitriones, en nuestra magnífica playa Ladeira, de nuestro amigo y excompañero futbolístico Paulino. Y fue realmente un gran placer pasar, y compartir con él y su familia, una maravillosa tarde.
¡Si!, aquel mismo que al inicio de este blog veíais en el vídeo del fútbol sala, calentando sus músculos tal, como marcan los cánones. Aquel que fue insigne capitán del Celta Juvenil y que inclusive llegó a jugar algún partido, con el primer equipo, no llegando a triunfar porque hay mucho ciego en el mundo del fútbol. Aquel que presentaba una imponente planta con unas atléticas piernas.
Pues aquel................................................ Es esto:
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Tras al paso del tiempo, continúa teniendo aquella frescura y
el mismo buen talante del que siempre hizo gala.
Nos recordó, con mucha añoranza, lo afortunado que fue al tenernos de compañeros en los equipos y, aunque venía de la escuela que venía (la cantera del Celta), donde realmente culminó todo su saber futbolístico, fue jugando a nuestro lado.
Por cierto, y queremos que aquí quede constancia: Paulino ha querido, muy amablemente, invitarnos, con la complicidad de su esposa allí presente, a partir del primero de septiembre, a una buena necorada. Invitación que, pese a nuestro reto de adelgazamiento, no hemos podido rechazar, de ninguna de las maneras. Lo que nos obligará, lamentablemente, a hacer un paréntesis en nuestra dieta.
Que los dioses te bendigan Paulino. Estamos ansiosos por ese día.
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