sábado, 24 de octubre de 2009

VUELTA A LA PREOCUPACION


Estos dos no hacen otra cosa que preocuparme. Son como dos hijos que no dan encontrado su camino, su sosiego. En un anterior artículo les instruía en que todo es bueno o recomendable en dosis proporcionadas, pero siguen meneando el árbol de la tranquilidad.
-
No se da cuenta mi amigo Poldo que está trasmitiéndonos a todos, que es un cuerpo sin delito, que nunca cometió pecado, que el agua es el sumus de la vida. Pero Poldo si te gusta más el vino y la cerveza que a un político el cazo... Poldo, el muchacho ya se dará cuenta el sólo de lo imprescindible que es hacer ejercicio, cuando vuelva a vernos jugando al fútbol, bailar en las discotecas... Dejalo, dejalo...
-
Ubaldo, en cambio, va de bebedor de cerveza, quiere trasmitir su capacidad anglosajona de absorción de cerveza. Y en la segunda caña ya está terco...
Por otro lado, me ha dicho un pajarito que hace dieta nocturna: Cuando duerme no come.
-
Mercedes, por favor, no le des más estímulos a nuestro amigo Ubaldo, que sólo ya se vale.

No hay comentarios: