domingo, 14 de marzo de 2010

Prueba de vida

Un buen día, el Sr. Amigo, harto de tener que cuidar un conejo en su casa, me pidió que lo llevara con los conejos que cuida mi hermano y que luego están tan ricos en la cazuela. Tuve que prometer que solo se utilizaría como semental y que nunca, nunca acabaría en la cazuela.
Amigo siempre desconfió del destino de este conejo.
Pues bien, puedo afirmar que goza de muy buena salud y además cumple su trabajo con gran alegría y dedicación y muestro ésta "prueba de vida" como testimonio de lo que afirmo


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