lunes, 25 de abril de 2011

DEPREDADOR Y PRESA

Estaba en el pleno convencimiento de que mi vida había ido minando, poco a poco, mi capacidad de asombro hasta limites proporcionados. Siempre fui un seguidor incondicional de los documentales y por consiguiente un conocedor de la relación vital entre el depredador y la presa. He visto en multitud de ocasiones como acechan y cazan los leones, los tigres, los leopardos, los guepardos, los cocodrilos, las serpientes, los tiburones, los cefalopodos, las aves de rapiña...

Mi capacidad de asombro volvió a estar vigente cuando hace unos días íbamos paseando Chus y yo con nuestro adorado amigo Ubaldo. De pronto tanto Chus como yo fuimos quedando atónitos, Ubaldo de vez en cuando andaba a la pata coja, otras veces se agachaba. No dabamos crédito a un comportamiento tan extraño de nuestro amigo.
- ¿Qué te ocurre Ubaldo?  (Chus).
- Nada, no te preocupes... (Ubaldo).
- Como que no te pasa nada. Estamos para ayudarte en lo que sea. Somos tus amigos. (Amigo).
- Es que estos zapatos me comen los calcetines. (Ubaldo)

Fue alucinante. La boca de los zapatos de Ubaldo se abría en toda su amplitud y sus calcetines eran victimas fáciles. El pie de Ubaldo aparecía completamente descalzo.
Y así una y otra vez. Nuestro amigo sufrió una verdadera tortura y sus calcetines, no digamos.

Ya saben, Ubaldo a descubierto un nuevo depredador y una nueva presa.

J. Amigo.

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