Como todos los veranos, nos hemos reunido para comer la famosa paella de Sabarís. Poldi nos sorprendió con su famoso paté y su atún japónico y Amigo con una torta para los postres.
La paella como todos los años exquisita y la compañia maravillosa; en fin pasamos una bonita velada con un sólo punto negro: el mal tiempo que impidió el ir la plaaya y al chiringuito