Post de diciembre de 2008
Le llegó la hora de la prejubiliación; la crisis no pudo con su trabajo y al final le llegó la carta anunciándole que ya el Lunes no fuera a trabajar. Después de 30 años de servicios lo despiden con una simple carta, fría y triste.
Hasta la fecha de hoy, no me dijo si le alegraba o le entristecía pero la carita que tiene me indica la tristeza que hay dentro de su corazón. ¡ÁNIMO AMIGO! la palabra lo dice "JÚBILO"
En cambio la cara de Chus es todo lo contrario, una cara de felicidad enorme. Ayer lo ¿celebramos? en el Vidal y la alegría de Chus era enorme; a lo mejor es que se "jubila" de todo, pero de todo de todo.
Bueno Amigo, ahora a disfrutar de este nuevo estado en tu vida, la pena es que hasta dentro de 10 años, si me dejan a los 60, no podré acompañarte a los "viajes del Inserso".