martes, 27 de mayo de 2008

GRANDES PESCADORES

Para que no quede ninguna duda de que "Amigo" y "Ubaldo" son dos grandes pescadores, ahí os queda el video del último día de pesca






1 comentario:

Anónimo dijo...

Este video, me recuerda a una experiencia real que se vivió en el gran barco Sofía IV, hace algunos años.

De aquella, nuestras mujeres eran candidas, sumisas y algo enamoradas, y nos permitían jornadas de pesca de fin de semana, con noche incluida.
Pues bien lo que voy a relataros a continuación fue verídico:

Soltamos amarras, y el Sofía IV se hizo a la mar un sábado sobre las cinco de la tarde. El Sofía IV era una embarcación de casi once metros, con dos habitaciones, comedor, cocina, y un cuarto de baño con ducha incluida. El mismo era propulsado por dos grandes colas intraborda volvo, de 150 caballos cada una. Un lujo de yate propiedad de Tavo (Gustavo Villar), que ese día, por circunstancias ajenas a su voluntad, no pudo salir con nosotros. Quedamos de recogerlo al día siguiente en las Islas Cies (Islas de los Dioses). El barco fue gobernado por su hijo Tavito.

Había transcurrido la tarde con buenas capturas de chocos, calamares, y algún que otro pulpo, y ante el maravilloso espectáculo que la naturaleza nos estaba brindando, de una puesta de sol en la ría de vigo; Contemplado desde el mejor escenario que uno se puede imaginar, es decir una embarcación, teniendo por primer plano las Islas Cies, y el horizonte marino a la altura de nuestra vista. Fue una experiencia espiritual, que uno retiene en sus pupilas y memoria, para el resto de su vida.
Pues bien como iba diciendo, con la imagen grabada de esa maravillosa puesta de sol, con una cervecitas bien frías, fondeamos en las islas, cerca de muelle carracido.

La noche era fantástica, donde el cielo se mostraba en todo su esplendor pudiendo contemplar las infinitas estrellas, que destellaban al mismo son que el barco nos mecía.
Cenamos y charlamos animadamente de las cosa de la vida y de nuestras capturas. Intentamos pescar desde la embarcación fondeada, pero el café y unas cuantas copas, nos hicieron caer en los brazos de Morfeo, que con el arrullo de las olas, y abrigados por aquel gran manto de estrellas, sucumbimos sin oponer ninguna resistencia.

Eran las cinco de la mañana, cuando Lino, por su incontinencia urinaria salio, y estando medio dormido, sujetaba la cosa con su mano y con la otra se frotaba los ojos, pues le parecía que el mar estaba lleno de miles de estrellas fugaces. Creyendo que era un reflejo del cielo miro hacia él, y contemplo que había estrellas pero no tantas como el veía en el mar, y menos en movimiento, bajo de nuevo la vista, y de su boca salio un grito ¡poldi, tavo! ¡Levantaros, esto no puede ser real! Hasta donde alcanzaba nuestra vista y el reflejo de la luz que teníamos encendida, era todo un manto de miles de calamares que en un frenético ir venir cubrían todo el mar.

Yo la denomine, con el nombre de la noche del calamar, en honor a una de las películas del famoso Jacques cousteau. Donde se puede comprobar un espectáculo de iguales características.

Si mi memoria no me falla, en aquel documental, se venia diciendo, que los calamares una vez al año, se juntan en grandes cardúmenes para reproducirse. El hecho real es que intentamos pescarlos con las poteras y jiboneras, pero hacían caso omiso del mismo. Capturamos más al robo, tirando con fuerza de la potera, que ellos comiendo. Eso si cuando empezó a despertar el día, los calamares exhaustos por tan frenética orgía, empezaron a comer y entrar, que nos faltaban manos para pescarlos.

Eran las ocho de la mañana, y el barco de pasaje a las cies ya había llegado. Tavo desde el muelle nos hacia señales para que fuéramos a recogerlo. Lino y tavito le decían que esperase que estábamos pescando y mucho. Tanto insistió que provoco que dejáramos la pesca, y el consiguiente enfado del hijo de Tavo que monto en el barco de pasaje, y volvió para vigo. Después de movernos y encender motores, no volvieron a entrar.
Al margen de esa anécdota. El barco volvió escorado para puerto de tanta pesca.

Espero que os haya gustado, el relato de una noche fantástica de verano.


Poldi.