Fue hace veintinueve años. Una tarde muy calurosa de finales de agosto de 1979, por las circunstancias de la vida, ambos que habíamos nacido en Vigo fuimos a conocernos a Baldranes, un pueblecillo de cerca de Tui, a unos veinte kilómetros de nuestra ciudad.
El fútbol, que yo tanto apasionaba, estaba a punto de proporcionarme unos años inolvidables y a uno de mis pocos y mejores amigos, Ubaldo. Recuerdo con mucha nostalgia aquella primera tarde: Nos reunieron a todos los jugadores, en un salón de aspecto rústico y algo destartalado, de un mesón del pueblo que en adelante se convertiría en el centro de todas nuestras celebraciones y donde sentamos las bases, de nuestra futura amistad.
Era mi primer día, mi primera toma de contacto llevado de la mano de un jugador, emblemático y aunque muy joven ya veterano en el equipo, Javier Santomé. Eramos cinco o seis jugadores nuevos, el resto llevaban varios años jugando juntos, en el equipo de Baldranes que militaba en segunda regional. Ubaldo iba acompañado de otro buen amigo Kike. Este primer día, apenas nos prestamos atención. Se llevó a cabo la presentación de directivos y entrenador y seguidamente, fuimos citados para jugar nuestro primer partido, contra un equipo de un pueblo cercano. Entonces apenas se realizaba pretemporada.
El fútbol, que yo tanto apasionaba, estaba a punto de proporcionarme unos años inolvidables y a uno de mis pocos y mejores amigos, Ubaldo. Recuerdo con mucha nostalgia aquella primera tarde: Nos reunieron a todos los jugadores, en un salón de aspecto rústico y algo destartalado, de un mesón del pueblo que en adelante se convertiría en el centro de todas nuestras celebraciones y donde sentamos las bases, de nuestra futura amistad.
Era mi primer día, mi primera toma de contacto llevado de la mano de un jugador, emblemático y aunque muy joven ya veterano en el equipo, Javier Santomé. Eramos cinco o seis jugadores nuevos, el resto llevaban varios años jugando juntos, en el equipo de Baldranes que militaba en segunda regional. Ubaldo iba acompañado de otro buen amigo Kike. Este primer día, apenas nos prestamos atención. Se llevó a cabo la presentación de directivos y entrenador y seguidamente, fuimos citados para jugar nuestro primer partido, contra un equipo de un pueblo cercano. Entonces apenas se realizaba pretemporada.
De aquel primer partido jugado a unos 35º, guardo un dulce recuerdo. Tanto, Ubaldo como yo debimos hacerlo bien y como resultado, nos comunicaron que querían ficharnos y que también quedabamos citados, para un siguiente encuentro de preparación, a celebrar en la provincia de Orense. Y allá nos fuimos a Orense en dos viejos autobuses, (a la vuelta en el que viajabamos los jugadores sufrió una irreversible averia), con nuestras novias y un buen puñado de aficionados del pueblo que, de forma entusiasta, nos animaron todo el viaje. Lo de menos fue el resultado del partido que perdimos por 2-1. Aquel "viaje" me acercó por primera vez a Ubaldo y casi inmediatamente me di cuenta que se trataba de un tipo especial que encajaba milimétricamente con mi filosofía de la vida.
Con el inicio de la temporada, nuestra relación de amistad se hace cada vez más intensa, rápidamente nos situamos entre los primeros de la competición, ganando casi todos los partidos y con ello se suceden múltiples celebraciones en el mesón de Nito donde, por primera vez, tenemos la fortuna de degustar abundantes raciones de angulas, por aquellos tiempos apenas demandadas y por consiguiente a precios hoy imposibles. Que recuerdos... Todos mis queridos compañeros: Vicente, Tome, Kike, Alfonso, Manuel, Rani, Duran, Cortes, Carlos... Gracias por aquellos tiempos.
Ubaldo estaba preparando las oposiones de magisterio y al finalizar los partidos nos decía adiós y se recluía en su casa dejándonos en plena diversión. ¡Que tipo más sacrificado!
Y de esta manera se inició una amistad que pese a nuestros esfuerzos sigue perdurando y lo que es peor, no parece que vaya a tener un final próximo... A lo largo de futuras entregas os contaremos vivencias, anécdotas, experiencias, tonterías, bobadas y sobretodo risotadas con las que hemos ido abonando nuestra incombustible amistad. En definitiva, si queréis, podréis acceder a un verdadero manual de la amistad.........
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