Descidimos los caminantes realizar una visista a la tan cercana ciudad de Oporto. Sus maravillosos edificios, sus plazas, su catedral, todos sus rincones... Nos deleitaron. También, nos dejamos ver en Ikea donde fuimos dejando nuestros dinerillos...
Mención especial para nuesta Uxia que fue una más, con un comportamiento inusual, para una criatura de su edad.
En fín, un día inmensamente agradable.
J. Amigo.
1 comentario:
Y yo? que bien me porté.
Ubaldo
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