lunes, 6 de julio de 2009

La oreja de Ubaldo

El Sr. Amigo tiene un gran defecto: cuando está eufórico la "oreja de Ubaldo" sufre.
El sábado, despues de la copiosa comida, nuestro amigo, eufórico él, la tomó, como siempre, con mi oreja: me la estiró, me la dobló, me la aplastó y mil perrerias más. Él se rie pero no le duele y es la típica persona que mientras él lo pase bien, el resto no le preocupa.
Consecuencias de la diversión de "Amigo":

  1. El héxis: roto
  2. El antehélix: roto
  3. La fosa triangular: rasgado
  4. La noche del sábado: Ubaldo no pudo dormir por el dolor
  5. La noche del domingo: Ubaldo solo pudo dormir del lado derecho

Decir, a su favor, que solamente me causó daños en la oreja izquierda.

Ahora os dejo con otra oreja que es mucho mejor que la "oreja de Ubaldo"



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