Como pasa el tiempo

Hace ya 25 años, cuando yo era un yougurin en esta vieja y noble tarea de la educación, llegué a un colegio nuevecito, aún sin estrenar: el colegio "Rúa Estrada" actualmente "Escultor Acuña"
Hoy celebramos esos 25 años con la presencia de diversas autoridades viguesas, el presidente de la asociación de sordos, miembros de la inspección educativa, la hija del escultor Acuña, representantes de los directores, antiguos maestros y antiguos alumnos.
El trayecto desde mi casa al colegio, que había realizado todos los días durante un año, evocó en mi grandes recuerdos de aquella época: lo jóvenes que éramos, las ganas de trabajar que teníamos, aquel Rafita que se olvidaba de su hija en el cole, Antonio Grande el papá de todos, Sara la mamá, Laura, Cristina, Mandianes, la Dire Llanos,..........Malena que aún sigue en el cole, ....cuántos recuerdos.....pero como yo soy de rápido reflejos ya encargué a Laurita que organice una buena cena para recordar esos viejos momentos.
El colegio acogía a niños sordos y teníamos el grupo de profes de los sordos: Chus (la encargada), Mary, Asunción Ilarri, Alvarado, Josefina, Sita......con más experiencia que nosotros y que los habían traído del Saladino Cortizo; todo el año esperando un material que tenía que llegar de Alemania, supercaro que creo que nunca llegó.
Mucho trabajamos, cole nuevo, sin nada, empezar de cero, fue toda una aventura, trabajamos "arreo" pero no volvimos a disfrutar del trabajo bien hecho en ningún otro colegio.
Recuerdo muchas anécdotas: el día que vino el Conselleiro a inaugurarlo y andaban muy preocupados en inspección ya que no teníamos mástiles para las banderas (al final hubo banderas y mástiles), el mono de trabajo que le regalamos a Mandianes, el viaje de fin de curso de los alumnos de 8º que nos fuimos a Portugal (menudo lío con los permisos paternales/maternales y los pasaportes) y mil historias más que seguro que os aburriría si sigo contando.
Una jornada preciosa, de las que te emocionan, de las entrañables