Ubaldo y yo empezamos a estar altamente preocupados porque realmente no estamos cualificados ni calificados para gestionar una fama que se nos está escapando de las manos.
Somos tan conocidos que nuestra intimidad se está viendo cercenada demasiado a menudo.
Nos tememos que pronto recibiremos ofertas que nos será muy difícil rechazar.
En fin a lo hecho pecho. Responderemos a esta fama en su momento improvisando como siempre lo hacemos.
Dejamos constancia de los últimos detalles que nos han llegado de nuestra creciente fama. No se crea nadie que hemos alcanzado la pedantería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario