Como era lógico, respetando la libertad expresión y opinión, he permanecido mudito, que no enmudecido, ante "el artículo-video" publicado por el Sr. Ubaldo el pasado día siete donde tiene el atrevimiento de tacharme no se de que, he identificarme no se con cual. Imagino que todo a resultas de mi artículo del día cuatro titulado: ¿Por qué seremos amigos? Con el que debió sentirse muy ofendido.
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Le diré a mi amigo Waldo, en primer lugar que en la vida me ha ido estupendamente, que he sido y sigo siendo en lineas generales un tío feliz y de éxito, siendo él un testigo de primera fila.
En segundo lugar tengo que manifestarle que en absoluto me identifico con ninguno de los personajes, que eligió para hacer la gracia. Para nada actuaría con la frialdad del engreído, tampoco es de mi agrado la frivolidad de la señorita acosada y mucho menos con la ingenuidad del invitado. Perfíl éste que no se aleja mucho del de Waldo.
Finalmente dejare claro a mi amigo que me ha sorprendido ingratamente su poco gusto. Este blog se merece otro tipo de contenidos...
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