Querido Ubaldo: ¿Cómo nos vas a hacer eso? ¿Cómo se te ocurre semejante tortura? Por mi parte acepto la crítica con espíritu de contrición, pero entiende también que uno en ocasiones pasa por tiempos poco proliferos con valles en la imaginación y la ocurrencia. Mantienes tú, en cambio, una línea más regular en esas virtudes. Por otro lado, amigo Ubaldo, también sabes que tú eres la esencia y sustancia del blog, sin ti no tendría razón de ser. Sería sepultar algo lleno de vida, como terminar con nuestro único hijo en común.
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