Sin haberlo pensado y con el cuerpo bastante cansado del esfuerzo de la mañana, me surgió esta tarde la oportunidad de ir a conocer la Ruta del Agua. Quedé realmente impresionado del pequeño trayecto recorrido, alrededor de cuarenta y cinco minutos ida y otros tantos de vuelta. Es un paraje espectacular. Constituye un balcón, de alrededor de 20 kilómetros, sobre la Ría de Vigo. Todo llano, con una primera parte de asfalto, entre viviendas y chalets, más tarde una amplia pista de tierra... Una maravilla...
1 comentario:
y ese banquito bucólico para fumar un pitillito (el que fume)me recuerda al marqués de Bradomín y sus aventuras aunque falten las buganvillas y las camelias
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