domingo, 1 de mayo de 2022

Primero de mayo: recuerdo a las movilizaciones de 1972 en Vigo

 Este primero de mayo miles de trabajadores y trabajadoras hemos recorrido las calles de España bajo el lema: “la solución: subir salarios, contener precios, más igualdad

Tras dos años de limitaciones en las celebraciones del día del trabajo hemos vuelto a pisar las calles con una afluencia importante, según la policía local de Vigo: 3.000 personas en la manifestación de CCOO y UGT, 2.500 en la manifestación de la CIGA y 300 en la de la CUT.

En la manifestación hubo muchas alusiones a las famosas movilizaciones de 1972 en Vigo ya que en septiembre se cumple 50 años de estas manifestaciones que paralizaron la cidad de Vigo durante 15 días.

Decenas de miles de trabajadoras y trabajadores se jugaron el empleo y la vida para exigir unas condiciones laborales dignas con unas manifestaciones y unos enfrentamientos con la policía muy duros. 

Yo, que tenía 15 años, vivía en el Calvario y siendo la Iglesia de los Picos (la Iglesia Roja) el refugio de los manifestantes; el Calvario se convirtió en uno de los puntos más conflictivos de las movilizaciones  con importantes enfrentamientos con la policía, policía que se decía que venía de Valladolid y que nunca la habíamos visto con escudo, casco y metralleta.

En septiembre de 1972, tres años antes de la muerte del dictador, la industria de Vigo mantuvo durante más de dos semanas una huelga general que llegó a sumar más de 16 mil trabajadores. Hubo más de seis mil despidos, que finalmente se quedaron en 400, y el golpe de fuerza de los obreros vigueses llegó a convertirse en una verdadera preocupación para el régimen de Franco.

Las movilizaciones comenzaron con reivindicaciones del personal de Citroën, que enseguida sumaron la solidaridad de todo el movimiento obrero vigués. El 6 de septiembre el comité de empresa de Citroën Hispania reivindicó la jornada de 44 horas en la negociación del convenio colectivo y convocó los primeros paros. Tres días después la empresa comunicó el despido a 5 trabajadores y expedientó a otros cuatro sindicalistas. El lunes 11 a las seis de la mañana los trabajadores se concentraron en la fábrica e iniciaron una marcha hacia Reyman y Barreras para pedir la solidaridad de los trabajadores. Vulcano también se sumó al paro y una gran manifestación recorrió la ciudad. A medida que avanzaba la semana más y más trabajadores se sumaban a la huelga y el jueves se calcula que ya eran más de 16 mil, entre ellos los del transporte público.

También iba llegando más policía a la ciudad y las cargas y detenciones se multiplicaban. Y las empresas comenzaron a enviar millares de cartas de despido. La huelga se desactivó 15 días después de su comienzo, pero también se anularon la mayor parte de los despidos. Hubo una gran represión pero el movimiento obrero y sindical salió reforzado.






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