Caminando por el Quiñones de León vimos un estanque muy
verde donde croaban las ranas. Observé una y obtuve varias fotografías (no muy buenas,
por cierto). La rana, un macho, croaba sin parar intentando atraer a una rana
hembra. Seguro que alguien ya pensó que el macho de la rana es el sapo; pues no
es cierto; la rana y el sapo, aunque son del mismo género: los anfibios, con su
doble vida (renacuajos y adultos) y pertenecientes al mismo orden (anuros: sin
cola), proceden de familias distintas: las ranas de la familia ranidae y los
sapos de la familia bufonidae
Es fácil distinguir las ranas de los sapos. Mientras que las
ranas tienen una apariencia más fina y estilizada los sapos son anchos y
gordinflones.Las extremidades de las ranas son más largas y delgadas, las
traseras son palmeadas, lo que les facilita el salto mientras que las
extremidades de los sapos son más cortas y no tienen piernas largas para
saltar, ya que tienen hábitos más terrestres. Además son más caminadores que
saltadores.
La piel de las ranas es mucho más suave y lisa que la de los
sapos. Los sapos presentan pieles rugosas y con ‘verrugas’ con glándulas secretoras
de sustancias tóxicas. Además, al ser terrestres, tienen pieles que están
preparadas para evitar la desecación.
Los dos ponen sus huevos en el agua o cerca del agua ya que
sus crías comienzan como renacuajos. La diferencia está en que los huevos de la
rana permanecen en racimos o grupos y los sapos ponen sus huevos en líneas o
cadenas, en las hojas de plantas acuáticas.
2 comentarios:
Buen trabajo
👍👏👏
Gracias
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