Mi madre, todos los sábados siempre invitaba a sus hijos a
comer y
nunca faltaba algún marisco. Yo siempre acudí ya que vivía en Vigo; mis
hermanos venían cuando podían ya que no viven en Vigo.
Yo continúo con la tradición de la siempre recordada “Merce”
y todos los sábados comemos algo de marisco y un pescado al horno.
Hacía ya tres sábados que no nos reuníamos o porque estábamos
de viaje o porque estábamos de comida. Pues hoy nos juntamos los cinco (ya tenía
ganas) y nos hicimos una rica comida y lo pasamos muy bien metiéndonos con la
adolescencia de Uxía.
Como todos los sábados subí al Calvario y compré carne de la
semana en la Carnicería José que era donde compraba mi madre y aún siguen
comprando mis tías.
Luego me acerqué a la
pescantina Fina a la que ya había
llamado y encargado el pescado y marisco.
Fina acude todos los días a las 4 de la mañana a la lonja y
compra ella el pescado: solo compra pescado recién llegado de la mar y que esté
bien de precio; lo que no hace es lo de la mayoría de las pescantinas que
tienen el pescado que las distribuidoras le traen al propio mercado.
Hoy había poca cosa: cogí “coruxo” que estaba medio vivo y
como está acabando la temporada del centollo, llevé un par de bruños; también cogí
algunos mejillones que ahora son pequeños ya que están desovando y Fina me
regaló otros tantos
Como siempre la comida muy buena: los bruños riquísimos y
llenitos.
Los mejillones pequeños pero ricos los preparé al estilo
Merce: al vapor y con un chorrito de aceite y un par de gotas de vinagre en cada
mejillón. Como sobraban hice un revuelto de mejillones con los huevos de mis gallinas que nunca lo había hecho
y estaba también muy bueno (la foto da pena verla)
El coruxo al horno también lo hice al estilo “Merce”: en un
bol pongo vino, aceite y un poco de agua, le añado sal, pimienta y azafrán;
añado cebolla cortada en juliana y patatas cortadas como para freír. Se deja macerar, luego se mete en el horno y
cuando la patata está blanda, añadimos el pescado. Siempre se meten conmigo y
siempre dicen “lo más rico: las patatas”
Pero lo mejor como siempre es que los cinco estamos juntos y los cinco disfrutamos mucho de la compañía