viernes, 15 de agosto de 2008

PAELLAS A GO-GO


Hoy he tenido invitados, entre los que no se encontraba Ubaldo. Eramos pocos, pero bien avenidos. Mi hija Mónica, su novio Marcos, mi suegra Tilita, Chus y yo.

Casi por alusiones, me apeteció crear una paella, porque las paellas no se cocinan, se crean. Y se crean desde el momento que se adquieren los ingredientes, siempre frescos, los más frescos, hasta que tras acariciar el fuego de leña, está lista para ser servida y degustada.

Hoy, modestia a parte, casi sin darme cuenta, me excedí, en dar sabor, color y presencia al manjar de los dioses del Mediterraneo.
Como a todo buen éxito, le rodeé del laurel del triunfo.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya, me temo que el arroz es brillante.

peñasco dijo...

Que guapa y lozana se ve a Tila, parece que por ella no pasan los años; por supuesto que su hija Chus y la nieta Mónica, le van a la zaga, dos autenticas bellezas, "de raza le viene al galgo".
En cuanto a la paella, la verdad, es que fotográficamente tiene muy buen colorido, pero me parece muy poco ortodoxa la forma de presentarla. Aunque sin duda alguna tiene pinta de que esta cocinada con los mejores ingredientes, y no me refiero al marisco y arroces, sino al que tu le pones Javier, que es el de Cariño, y entrega.
Mis felicitaciones, y solamente hacerte una puntualización. En la mesa destaca sobre todo una botella que me es muy familiar. Que si no me equivoco ese fruto de la vid y del trabajo del hombre, que el Dios Baco, nos regala cada año. Es de la ultima remesa que ambos embotellamos en Árbo. Sin duda alguna, una excelente elección para acompañar ese manjar.

Saludo y besos para la familia.

Poldy.

Anónimo dijo...

Buffffff
Cuanto pelotilleo
Solamente tiene razón en las bellezas que rodean a la paella.
del resto na de na, los ingredientes congelados, el arroz vaporizado, usa colorantes y mucho avecren para darle sabor.
Del vino solo digo que, efectivamente es fruto de la vid y del trabajo del hombre igual que el aguardiente con que lo encabezaron.
El curso de la paella lo tiene que repetir, sin duda

peñasco dijo...

Bueno Ubaldo:
Para tu información, decirte que si hay alguien que le da caña a Javier, soy yo, sobre todo cuando se pone a hablar de pesca con falta de modestia. Por lo tanto no necesito para nada hacerle la pelota. Pera las buenas costumbres y la buena educación, siempre son ejemplo de buena actitud y mejor dialogo. Como no he tenido la oportunidad de probar una de las paellas que prepara Javier, me pareció correcto a vista de fotografía hacerle una reverencia, pues puedo dar fe que he probado una empanada casera hecha por el de mejillones, y tengo que decir que en una escala de uno a diez, yo le doy un doce.
En cuanto al vino, por ahí si que no paso, como decía mi padre, “Metiches o barco nas pedras” y como te dirá Amigo, “Orienta las papilas, que la noche te confunde”
.
Ese vino del que hoy puede presumir Javier, desde hace décadas que se lo compramos al mismo vinicultor, el cual te puedo asegurar trata la viña con el mayor de los esmeros como le enseñaron durante muchas generaciones sus antepasados. Dicho esto el encabezamiento del vino, es también una opción legítima. El vino del Duero, antecesor del vino de Oporto, en nada se parecía al Oporto que hoy conocemos. Era seco y robusto, aromático, y con una graduación alcohólica natural bastante elevada. Al agregarle aguardiente de vino se le ayudaba a soportar las travesías por mar hasta llegar al puerto de importación. La idea se puso en práctica porque los comerciantes ingleses ya se sabían que los aguardientes de vino como el coñac y el brandy, viajaban mejor que el vino que llevaban de Francia y España, sin sufrir alteraciones durante su permanencia en el mar.

Cuando con esta práctica se "encabezó" el vino durante su proceso de vinificación se comenzaron a observar cambios en la mejor calidad, sabor y tiempo de vida del producto. Al interrumpir la fermentación natural del vino se descubrió que éste perdía algo de acidez, conservaba parte de los azúcares del mosto, adquiría mayor delicadeza y los aromas se multiplicaban.”

No comas bogas, que nos las come ni el gato, perjudican gravemente la salud.

Un abrazo agarimoso.

Poldo

Anónimo dijo...

Queridísimo amigo Poldi: solo hay una cosa que yo no le he enseñado a Amigo: "la pesca" ya que sabía que se lo ibas a enseñar tu.
Yo le he enseñado todo: hacer paellas, hacer esa empanada que tanto valoras, a utilizar el ordenador, hacer un blog, catar el vino y hasta jugar al fútbol.
Sobre el vino, decirte, que si es cierto lo que dices y que no lo dudo, Amigo me estuvo engañando porque cada vez que a su casa iba y me invitaba a vino, acababamos con un dolor de cabeza impresionante; creo que tenía dos tipos de vino: el bueno para él y el malo para los demás.
Un saludo y ya sabes, es lo que hay, seguir enseñando al que no sabe

peñasco dijo...

Mi apreciado Ubaldo: Algo de razón debes tener, cuando el individuo en cuestión, no sale a la palestra,”el que calla otorga” y además me confirmó ayer que efectivamente tu le enseñaste a hacer la empanada de mejillones, por lo tanto, solo me queda reconocerte ese merito y felicitarte. Yo creía que él tenia alguna iniciativa, pero veo y compruebo para mi frustración que no. Yo a veces también me siento mal profesor, cuando ayer, que pesque 57 calamares (Estuve has las 5:30 de noche), tengo que escuchar cosas como: “Esa potera es una mierda”. Pero en el fondo yo creo que es su naturaleza montuna y silvestre, la que le hace ser así.
Tiene de bueno que cuando lo recriminas, recula. En el fondo tiene un corazón y una nobleza dignos de alabanza, pero es un poco “toca pelotas.”Pero he de reconocer que se deja querer.
En cuanto al vino, me gustaría hacerte una pregunta: ¿Te gustó el vino que bebiste en san Juan?....

Un abrazo

Poldy

Anónimo dijo...

No podía ser de otra manera, me haceís saltar a la palestra. Querido amigo Poldi, no es que el que calla otorga, es, más bien aquello de: A palabras necias oídos impermeables.
Naturalmente gozo de toda la humildad y modestia de la que soy capaz cuando me relaciono con maravillosos personajes como vosotros. Y cuando tengo que decir que algo es una mierda, no tengo ninguna duda en manifestarlo. Únicamente, mentes insulsas, los que me escuchan deben saber interpretar los mensajes.
En cuanto a tí mi pobre, triste y caduco amigo Ubaldo, indicarte que únicamente me has enseñado en la vida a hacer la dichosa empanada de mejillones. Es absolutamente cierto que cuando la elaboré por primera vez, ya superó con creces a las que con anterioridad tú mismo habías preparado. Tú, ingrato, que cuando te conocí eras un manojo de preguntas que una a una te he ido contestando, mal me pagas.
Pero, mi paciencia, con los dos es ilimitada. ¡Os quiero!

peñasco dijo...

Jajajajajaja... Quien me mandaría a mí, meterme en medio de Oliver Ardí y Stan Laurel.
Uno trata de ser pedagogo y didáctico, pero ya se sabe, "Cría cuervos y te sacaran.....

No te preocupes querido amigo, este es mi último comentario en este blog. Que lo disfrutéis.

"Amores reñidos son los mas queridos"

Siempre me lo dice Mela, No hay peor sordo, que el que no quiere oír.

Anónimo dijo...

Ubaldo, por lo que se ve nuestro amigo Poldi tiene poca paciencia y arroja la toalla. Sabe mucho de pesca, pero la tertulia y el guiño literario, no debe ser uno de sus fuertes, aunque he de confesar que en un principio me parecía que estaba bastante fino y grandilocuente.
En fín, paciencia.
Ya le rescataremos para otra actividad.
j. Amigo

Anónimo dijo...

Perdón, Las Prisas:

Tu Prosaísmo es patético.

L. Mosquera.